Tarde o temprano, sin importar nuestra raza o nuestro credo, todos vamos a envejecer. O en algún momento, para algunos más temprano que tarde, nuestra capacidad motriz no será tan buena como debería, por lo que necesitaremos asistencia para poder desplazarnos. Esta ayuda suele venir de personas a nuestro alrededor, pero también de equipos especiales como la sillas de ruedas, las cuales pueden ser manuales o eléctricas, andadores e incluso los scooters eléctricos para discapacitados.
Sin embargo, además de estos equipos es importante hacer algunos cambios menores a nuestro alrededor, especialmente en el hogar, para mejorar la movilidad. Lo bueno de estos cambios es que son modificaciones menores que no representan un gran gasto en la mayoría de los casos, pero que sí pueden hacer una enorme diferencia en la calidad de vida de las personas con movilidad reducida.
Estas modificaciones pueden reducir el riesgo de accidentes y, de algún modo, influir positivamente en el estado de ánimo de las personas que poco a poco deben ir adaptándose a un estilo de vida en silla de ruedas o con equipos que les ayuden a movilizarse.
Las barreras físicas más comunes en los hogares
– Las entradas a las habitaciones: Deben ser bien espaciosas y sin ningún obstáculo o desnivel que pueda obstaculizar el acceso a ellas. Esto es especialmente importante para las personas que deben utilizar sillas de ruedas eléctricas o manuales.
– Las escaleras: Siempre son uno de los peores obstáculos en una casa o cualquier otro edificio de más de un piso. Para quienes no pueden utilizarlas, muchas veces esto los obliga a que solo puedan ocupar un piso de toda la construcción. En estos casos, las mejores soluciones son los salvaescaleras o los elevadores verticales, los cuales pueden ayudar a pasar de un nivel a otro a las personas con problemas de movilidad.
– Los desniveles e irregularidades: Muchas casas tienen desniveles entre una habitación y otra. Esto es más común entre los niveles de la casa como tal y del jardín o patio. Además, existen pisos rústicos que dificultan la movilidad de personas en silla de ruedas o con andadores. Lo mejor es tener pisos pulidos y sin desniveles. Y, en caso de existir, saber dónde se encuentran para que no representen un posible accidente más adelante.
En esta lucha silenciosa por lograr hogares con una mejor movilidad para personas discapacitadas o personas ancianas, la tecnología e innovación han sido unos aliados muy poderosos. Específicamente el internet de las cosas ha venido a revolucionar muchas actividades cotidianas del hogar, a través de estas tecnologías pueden tener un mayor control sobre las funciones del hogar y esto puede garantizar que puedas manejar esas pequeñas tareas tan comunes, desde la comodidad de tu cama o sofá. Los asistentes virtuales y demás equipos electrodomésticos modernos con acceso a internet son un claro ejemplo de esto.