Este tipo de esquí para personas con discapacidades físicas, mentales o sensoriales nació después de un accidente de una mujer que era miembro del parapente español, y en su investigación para superarlo ha hecho que este deporte no sea imposible para las personas con discapacidades físicas.
Este deporte ha adaptado al esquí alpino convencional a personas con:
– Invalidez física.
– Discapacidad psíquica o sensorial.
El material utilizado es universal, de última generación y permite realizar ejercicios sin riesgo y con gran comodidad. En nuestro país existen varias escuelas que organizan cursos de iniciación, cursos avanzados y cursos de competición para principiantes, con conocimientos específicos o para profesionales, según el caso.
Otra anécdota importante es que Franz Wendel fue la primera persona discapacitada que participó en una carrera de esquí. Después de amputarse la pierna durante la guerra, recibió un par de muletas y las ató a unos esquís cortos, lo que le permitió esquiar.
Desde entonces, se han desarrollado diferentes métodos de acuerdo a los límites de quienes practican este deporte:
– Mono esquí: Para poder practicar esta forma, una persona debe controlar voluntariamente su cuerpo para poder ponerse de pie. El esquiador se sienta en una silla sujeta a su esquí, el equilibrio y la rotación son posibles con dos establos.
– Bastones aplicados: equipados con pequeños esquís en los extremos. Le dan al esquiador estabilidad y le permiten girar. Esta construcción dinámica permite un posicionamiento independiente.
– Bi esquí: A menudo practicado por personas con esclerosis múltiple, parálisis cerebral o lesión de la médula espinal. Gracias a su diseño dinámico, los esquiadores pueden hacer deporte por sí mismos. Si necesita ayuda, hay varios accesorios disponibles.
– Tres huellas: Este método es practicado por personas después de amputaciones, hemipléjicos o con poliomielitis. Tres pistas forman los esquís regulares y dos cabinas a los lados.
– Cuatro huellas: Como en el anterior, esta vez sólo se utilizan dos esquís. A veces se utilizan clips para conectar los puntos de los esquís de manera que los esquís no puedan cruzarse.
– Prácticas de esquí alpino: Está considerado como deporte paralímpico en el cual se incluyen pruebas de descenso. En diferentes niveles de dificultad por así llamarlo, una es más difícil que otra pero no imposible de pasar y superar.